En anteriores posts hemos hablado sobre constelaciones visibles o la superficie lunar. En este post os vamos a contar qué planetas podemos llegar a ver a simple vista.
Los planetas que podemos ver a simple son los cinco planetas más cercanos a la Tierra: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Son los únicos planetas que se conocían hasta la invención del telescopio y por ello son también denominados planetas clásicos.
Aunque se pueden distinguir a simple vista, lo que verás son puntos brillantes al igual que las estrellas pero de mayor luminosidad y sin parpadear. Con la de unos prismáticos o un telescopio podrás apreciar detalles imperceptibles a simple vista.
Mercurio
Es el planeta más cercano al Sol a una distancia de unos 58 millones de kilómetros. Es el más pequeño del Sistema Solar siendo su tamaño de un tercio con respecto al de la Tierra.
Debido a su movimiento, más rápido que el de los demás planetas alrededor del Sol, en la antigüedad se le llamó “el mensajero de los dioses”.
Mercurio es difícil de ver ya que no se separa más de 28° del Sol. Esto hace que desde nuestra latitud nunca se eleve más de 20° sobre el horizonte a la salida o puesta del Sol.
Venus
Se encuentra a unos 108 millones del Sol. Es el planeta más parecido a la Tierra debido a su masa, tamaño, volumen y densidad. Ambos se formaron por la misma nebulosa.
Aunque es el más parecido a la Tierra, posee grandes diferencias. No tiene ningún océano y debido a su densa atmósfera atraviesa un efecto invernadero que eleva la temperatura en su superficie hasta 480 °C. Se caracteriza por tener grandes llanuras y enormes ríos de lava. El 85% de su superficie está cubierto por roca volcánica.
Depende de la época del año puede verse por la mañana antes de la salida del Sol (lucero del alba) o al anochecer (lucero vespertino). Destaca por su gran luminosidad únicamente superada por el Sol y la Luna.
Marte
Es la mitad de pequeño que la Tierra y se encuentra a unos 228 millones de kilómetros del Sol. Se le conoce como el planeta rojo por su aparente tono rosa. La civilización romana asociaba este planeta con la sangre y por ello le pusieron el nombre de su dios de la guerra, Marte.
Marte posee dos satélites naturales denominados Deimos y Fobos. Debido a su pequeño tamaño y a que giran muy cerca del planeta, su descubrimiento fue muy difícil.
A simple vista puede reconocerse fácilmente por su color rojizo. A veces se producen grandes tormentas de arena en su atmósfera que le confieren un tono amarillento. Estas tormentas son imprevisibles y pueden durar varios días.
Júpiter
Es el planeta más grande, es 11 veces más grande que la Tierra. Se encuentra a unos 778 millones de kilómetros.
Con unos prismáticos o un telescopio se pueden apreciar algunos detalles de su superficie.
Lo primero que llama la atención son unas franjas horizontales que recorren el planeta. Las franjas oscuras se les denominan bandas y a las más claras se les denominan zonas.
La Gran Mancha Roja es el objeto más famoso que se puede observar de Júpiter. Se trata de una gran tormenta cuyo tamaño es dos veces el planeta Tierra y sus vientos soplan a más de 400 kilómetros por hora.
Júpiter tiene al menos 67 satélites naturales, por esta razón es denominado mini Sistema Solar. Posee 4 que son fácilmente distinguibles y son las denominadas lunas galileanas debido a que su descubridor fue Galileo Galilei. Estas cuatro lunas son: Ganímedes, Calisto, Ío y Europa.
Saturno
Tiene un tamaño 9 veces mayor que la Tierra y se encuentra a unos 1.400 kilómetros del Sol. La característica más apreciable de Saturno son sus anillos. Posee tres anillos denominados A, B y C. Entre el anillo A y B existe una separación muy evidente que se denomina División Cassini en honor a su descubridor.
Saturno cuenta con 62 satélites. Su luna más grande se llama Titán y es incluso más grande que el planeta Mercurio.
Con todo esto, ya únicamente queda coger el telescopio y ponerse a buscar los planetas.
También te puede interesar: